La piedra pómez, también conocida como pumita, es un recurso natural que puede transformar tu huerto o jardín casero. Su estructura porosa y ligereza la hacen ideal para mejorar la calidad del suelo y promover el crecimiento saludable de las plantas.

Mejora del drenaje y aireación: Al incorporar piedra pómez en el sustrato, se facilita el drenaje del exceso de agua, evitando encharcamientos que pueden dañar las raíces. Además, su porosidad mejora la aireación del suelo, permitiendo que las raíces respiren adecuadamente.

Retención de humedad: Aunque favorece el drenaje, la pumita también actúa como una esponja, reteniendo la humedad necesaria y liberándola gradualmente. Esto es especialmente útil en climas secos o durante periodos de escasez de agua, ya que reduce la frecuencia de riego.

Prevención de la compactación del suelo: La adición de piedra pómez evita que el suelo se compacte, incluso bajo condiciones de riego intenso. Esto mantiene una estructura suelta y facilita el desarrollo de las raíces, mejorando la absorción de nutrientes.

Aplicaciones prácticas: Para plantas como suculentas o cactus, que requieren un sustrato bien drenado, se recomienda mezclar hasta un 50% de piedra pómez con la tierra. En otros cultivos, una proporción del 10% puede ser suficiente para obtener beneficios notables.

Sostenibilidad y durabilidad: A diferencia de otros aditivos, la piedra pómez no se descompone con el tiempo, lo que garantiza sus beneficios a largo plazo sin necesidad de reemplazos frecuentes.

Incorporar piedra pómez en tu huerto o jardín es una estrategia efectiva para mejorar la salud de tus plantas y optimizar el uso del agua. Su versatilidad y beneficios la convierten en una aliada indispensable para los amantes de la jardinería casera.